Iglesia de Calama festejó a sus catequistas
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Jornada permitió el encuentro de más de un centenar de agentes pastorales educadores de la fe como servidores del amor de Dios.
Con un amplio encuentro diocesano celebrado en la Casa de Retiro Nuestra Señora de la Merced, la Iglesia de Calama festejó este sábado en antesala de la solemnidad de la Ascensión del Señor a sus catequistas, reafirmando su compromiso como agentes pastorales y servidores del amor de Dios.
La jornada se inició con una Misa presidida por el administrador diocesano, Néstor Veneros, y concelebrada por el vicario general, José Luis Plaza, y el padre Ricardo Sotelo. En esta ocasión, además de agradecer a Dios por el don del servicio, se elevaron oraciones para que la labor de catequizar florezca, animando a otros a sumarse a esta misión en las parroquias, capillas y colegios donde se prepara a los fieles para los sacramentos.
Posteriormente, los catequistas fueron agasajados con un desayuno fraterno especialmente organizado para ellos, como muestra de gratitud por el valioso servicio que brindan. Este momento fue muy apreciado y agradecido por todos los asistentes.
La jornada continuó con un momento de trabajo y reflexión, donde se invitó a los catequistas a responder preguntas basadas en el texto bíblico de Juan 13:34: «Ámense los unos a los otros como yo los he amado». Se plantearon preguntas como: ¿Cómo nos tratamos como catequistas? ¿Cuál es la virtud que debo cultivar para dar testimonio del mandamiento del amor? Y, para dar testimonio del mandato de Jesús, ¿cuál será nuestro compromiso para mejorar nuestras relaciones dentro de nuestra comunidad y hacia aquellos que están alejados?
Posteriormente, se llevó a cabo un momento de meditación en torno a una vela, símbolo de la lámpara encendida. Esto invitó a reflexionar sobre la utilidad y la visibilidad de nuestra luz, representando nuestra parte más positiva y luminosa en la misión de los catequistas como dice el evangelista Lucas: «Nadie enciende una lámpara para luego esconderla, sino para ponerla sobre la mesa a fin de que todos los que entren tengan luz».
