Con una misa en la Catedral San Juan Bautista de Calama se celebró en la zona, el Día del Migrante y del Refugiado en Chile, oportunidad en que el padre Hugo Amador destacó la importancia de la fe y la presencia constante de Dios en la vida de las personas, especialmente en el contexto de la migración. Durante la misa, resaltó que cada vez que los fieles asisten a la Eucaristía, lo hacen con el deseo de estar con Jesús, quien «camina con su pueblo», acompañando en todo momento, incluso en los más difíciles.
El Padre Hugo subrayó que el seguimiento a Jesús es una de las mejores decisiones que una persona puede tomar en la vida. Hizo hincapié en la necesidad de reconocer cómo Dios ha guiado y sostenido a los migrantes en su travesía hacia Chile, recordando a los presentes la importancia de mantener una «memoria agradecida» por las experiencias vividas y los desafíos superados.
Durante su mensaje, invitó a la reflexión sobre la relación personal con Dios, instando a los fieles a confiar en que Dios siempre está presente, especialmente en los momentos de cansancio y desolación. «Dios camina a mi lado. No decir Dios caminó, porque Dios, hermanos, es un Dios que es presente», expresó el sacerdote, reforzando la idea de que, a pesar de las dificultades, los migrantes no están solos en su camino.
En un gesto de reconocimiento y gratitud, pidió a los presentes que levantaran la mano según sus países de origen, y agradeció especialmente a los chilenos por su hospitalidad y apoyo a los migrantes. «Gracias porque Dios a través de ustedes, quizás muchos de nosotros, hemos encontrado el rumbo de nuestra vida», expresó.
Finalmente, el Padre Hugo animó a los migrantes a ser agradecidos y a recordar que, al igual que Jesús, ellos también tienen la misión de ayudar a los demás, especialmente a aquellos que recién llegan y enfrentan el desafío de adaptarse a una nueva cultura. «Hermanos migrantes, hemos venido porque Dios camina con nosotros», concluyó, exhortando a los presentes a buscar siempre a Jesús, recordando que «nuestra vida tiene sentido con Jesús» y que, con su presencia, nunca se sentirán solos.
La celebración del Día del Migrante y Refugiado estuvo a cargo de la Pastoral de Movilidad Humana y agentes pastorales de la Parroquia Asunción de la Virgen quienes motivaron para que ciudadanos provenientes de distintas naciones participaran de esta celebración y posteriormente mostrar en la Plaza 23 de Marzo sus bailes típicos con gran asistencia y admiración.