«Vivir la Cuaresma con fe y servicio: El mensaje del obispo Tomás Carrasco»
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El obispo Tomás Carrasco Cortés presidió la Eucaristía del Miércoles de Ceniza junto a monseñor Bernardo Álvarez, obispo auxiliar de Concepción. En su homilía, el prelado invitó a los fieles a vivir la Cuaresma en oración, penitencia y caridad, recordando el mensaje del Papa Francisco para este tiempo litúrgico.
Con la celebración del Miércoles de Ceniza, la comunidad católica de Calama dio inicio al tiempo litúrgico de la Cuaresma. La Santa Misa fue presidida por el obispo de la Diócesis San Juan Bautista, monseñor Tomás Carrasco Cortés, en la Catedral de la ciudad, y concelebrada por monseñor Bernardo Álvarez, obispo auxiliar de Concepción, quien se encuentra en Calama dirigiendo el retiro de los sacerdotes diocesanos.
Durante su homilía, monseñor Carrasco compartió el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma, titulado «Caminemos juntos en la esperanza», destacando la importancia de este tiempo como una peregrinación de fe y conversión. Enfatizó que la Iglesia invita a preparar el corazón para la Pascua mediante la oración, la penitencia y la caridad.
«La Cuaresma es un llamado a salir de nuestra comodidad, a caminar juntos y a renovarnos en la esperanza», expresó el obispo. Además, recordó que este tiempo litúrgico coincide con el Año Jubilar y que la conversión es un camino personal y comunitario. En su reflexión, hizo hincapié en la importancia de la sinodalidad, la solidaridad con los más necesitados y la confianza en la promesa de la vida eterna.
En este contexto, el prelado llamó a los fieles a vivir concretamente el ayuno, la oración y la limosna. «No se trata de hacer penitencia por hacerla, sino de que tenga un sentido, de que nos ayude a ser más misericordiosos con los demás», destacó. Como signo de caridad, se invitó a los asistentes a colaborar con la Campaña de Cuaresma de Fraternidad, que este año está orientada en apoyo a los adultos mayores.
El Miércoles de Ceniza marcó el inicio de la preparación para la Pascua, recordando a los fieles su condición de peregrinos en la fe y la necesidad de la conversión. «Que este tiempo nos ayude a abrirnos a Dios y al prójimo, y a prepararnos con alegría para la Resurrección del Señor», concluyó monseñor Carrasco.
Durante la celebración, numerosos fieles acudieron a recibir la imposición de la ceniza, signo penitencial que recuerda la fragilidad humana y la necesidad de arrepentimiento. En un ambiente de recogimiento y oración, los asistentes renovaron su compromiso de vivir este tiempo con una actitud de fe y servicio.
Finalmente, monseñor Carrasco exhortó a la comunidad a sostenerse en la oración para afrontar las pruebas que puedan surgir durante este tiempo de preparación. «El demonio intentó desviar a Cristo en el desierto, y también buscará apartarnos de nuestro propósito de conversión. Por eso, debemos afianzarnos en la oración y la confianza en Dios», señaló, instando a los fieles a vivir la Cuaresma con determinación y esperanza.
