En un esfuerzo por reforzar la seguridad y el bienestar dentro de las comunidades eclesiásticas, la Diócesis San Juan Bautista de Calama a través de la “Comisión Cuidado y Esperanza” organizó un taller intensivo de prevención de abusos y creación de ambientes sanos. Lo que destacó en esta oportunidad fue la participación activa de profesores de religión, quienes se sumaron a estas capacitaciones con el objetivo de adquirir herramientas y conocimientos para identificar, prevenir y responder adecuadamente a situaciones de abuso y conductas inapropiadas en el ámbito en que se desenvuelven.
El taller, celebrado en la Casa de Ejercicios Espirituales Nuestra Señora de la Merced, congregó a una cincuentena de profesores de religión que pertenecen a la Vicaría de Educación de la Diócesis San Juan Bautista que promovió esta participación con el propósito principal capacitar a estos educadores y líderes en la detección temprana de signos de abuso, la importancia de la denuncia, y la implementación de políticas de protección dentro de sus comunidades.
El delegado episcopal de educación de la Diócesis San Juan Bautista Claudio Olivares resaltó la importancia de estos talleres para los docentes de religión “nosotros como docentes de religión tenemos una gran tarea porque al hablar de valores y al hablar de Dios está implícita la tarea de vivir en comunidad y una comunidad sana, por lo tanto nosotros como agentes evangelizadores en cada escuela también estamos llamados a ser líderes para crear y fomentar ambientes sanos, saludables y de buena convivencia entre nuestros niños, pero también entre los que trabajamos en la misma escuela”, enfatizó.
A lo largo del taller, los profesores de religión exploraron en profundidad los diferentes tipos de abuso y sus efectos tanto a corto como a largo plazo en las víctimas. La capacitación incluyó discusiones sobre cómo reconocer señales de alerta y actuar de manera efectiva para garantizar la seguridad de los miembros más vulnerables en las comunidades educativas en las que desarrollan su labor docente.
Al finalizar, todos los asistentes recibieron un diploma que certifica su participación en este importante taller, subrayando la relevancia de su formación para continuar desempeñándose como agentes de pastoral y servicio educativo y de formación de la fe.