“Para mí la evangelización comienza donde están los pobres”

Monseñor Tomás Carrasco Cortés reflexionó sobre su primer año como Obispo de Calama

Al cumplirse un año de su nombramiento como obispo de Calama, Monseñor Tomás Carrasco Cortés ha compartido sus experiencias y reflexiones sobre este primer año al frente de la diócesis. En una entrevista, Monseñor Carrasco habló sobre los desafíos y aprendizajes que ha experimentado, así como sobre las prioridades pastorales que ha definido para el futuro.

«Estos 12 meses han sido un tiempo de aprendizaje y de encuentro», afirmó Monseñor Carrasco. «He tenido la oportunidad de conocer la rica cultura y expresión de fe de la región, que, aunque distinta a la del sur, es un gran tesoro que he ido descubriendo». El obispo también destacó que el clima y la realidad local no le han afectado, permitiéndole visitar las comunidades del interior y participar activamente en las tradiciones religiosas, llegando incluso a bailar y compartir con las comunidades en sus festividades.

En cuanto a las dificultades enfrentadas durante este año, Monseñor Carrasco comentó: «No podría señalar algo en particular como complicado, pero tal vez lo que más he sentido es la soledad al llegar a casa. Acostumbrado a la vida parroquial, siempre rodeado de personas y actividades, ahora encuentro una casa vacía. Es algo que se extraña, ese círculo social fraterno que existía antes».

Monseñor Carrasco también se refirió al trabajo con los migrantes y personas en situación de vulnerabilidad, destacando la labor de la diócesis en este ámbito: «La diócesis tiene un buen trabajo con los migrantes, tanto a través de Cáritas como de la atención en las oficinas de las hermanas cruzadas. Hemos acompañado el trabajo en las Tomas y en los barrios que se están formando en los alrededores de Calama. La migración es muy grande aquí, y esa diversidad cultural es una gran riqueza para nuestras comunidades».

En relación a las prioridades pastorales para el 2024, Monseñor Carrasco subrayó la importancia de fomentar una cultura vocacional en la diócesis, aprovechando la gran cantidad de jóvenes que residen en la región. Además, mencionó el enfoque en la familia como otro desafío pastoral, con un equipo ya formado y trabajando en esta área. Finalmente, el obispo destacó la necesidad de atender a las comunidades migrantes en situación vulnerable, un desafío que ha llevado a la diócesis a traer una nueva congregación para dedicarse a esta labor.

«Para mí, la evangelización comienza donde están los más pobres», concluyó Monseñor Carrasco. «Tenemos varios proyectos en marcha porque creemos que donde están las personas, ahí debe estar la Iglesia», finalizó.