Obispo castrense Pedro Ossandón realizó visita pastoral a Calama

Resaltó la importancia del acompañamiento espiritual a las Fuerzas Armadas y Carabineros.

En su reciente visita pastoral a Calama, el obispo castrense Pedro Ossandón destacó la relevancia del acompañamiento espiritual a los miembros de las Fuerzas Armadas y Carabineros, especialmente en zonas alejadas y de difícil acceso. En compañía del obispo de Calama, Monseñor Tomás Carrasco y el capellán de la Brigada Motorizada N°1 Calama, Ossandón llevó a cabo diversas actividades con el objetivo de animar y bendecir a los uniformados y sus familias.

El obispo explicó que, a diferencia de otras diócesis territoriales, la diócesis castrense es de carácter personal, lo que significa que su misión es atender espiritualmente a los miembros de las fuerzas de seguridad a lo largo de todo el país, desde el extremo norte hasta el sur. En este sentido, resaltó que las visitas pastorales son una herramienta fundamental para llevar adelante este acompañamiento. «Es de la mayor importancia porque nosotros no somos una diócesis territorial, sino una diócesis personal», subrayó Ossandón.

«Un soldado o un policía necesita, es esencial para él, la fe, la espiritualidad. Eso soporta su formación, su identidad y su misión», afirmó el obispo, destacando que la fe y la espiritualidad son elementos esenciales en la vida de quienes están encargados de la seguridad y defensa del país.

Ossandón enfatizó que estos servidores públicos enfrentan retos particularmente complejos en zonas fronterizas y aisladas, como es el caso de la macrozona norte, donde las condiciones son más difíciles. En ese contexto, el acompañamiento espiritual cobra una importancia vital para su bienestar. «Es una prioridad atenderlos a ellos mientras más solos, en circunstancias más difíciles y más distantes se encuentran», comentó.

La visita pastoral del obispo castrense no solo ofreció un momento de reflexión y fe, sino también un gesto de apoyo y agradecimiento a quienes, día a día, trabajan para proteger la paz y la soberanía del país. «La misión del militar es recibir la bondad de Dios y ser buena persona para hacer el bien. Todos los cristianos tenemos la misma misión, particularmente nuestros militares y carabineros para el orden público y la defensa del territorio nacional», apuntó Ossandón.