Con un reconocimiento a la vocación de educadores y con una invitación a continuar sembrando la semilla de la verdad y el conocimiento el obispo de Calama, Tomás Carrasco Cortés celebró la eucaristía con la que los profesores de la comuna iniciaron los festejos y que tendrá su culmen el próximo 16 de octubre, día del profesor en Chile.
Motivados por la Vicaría de la Educación de la Diócesis San Juan Bautista, en la celebración participaron dirigentes locales, invitados nacionales y docentes de los distintos establecimientos de la ciudad para agradecer a Dios por el servicio y tarea que desempeña el magisterio en la sociedad chilena.
El obispo Tomás Carrasco destacó la hermosa vocación de educadores comparando esta misión con la obra de Jesucristo como maestro, aquel que nos ha dejado el ejemplo de cómo educar y que se esforzó por serlo. “Un maestro que fue mal recibido, que no fue escuchado por todos y al que muchos lo criticaron. Ustedes como maestros no siempre serán bien entendidos. Basta con mirar un aula de clases hoy día. No siempre serán bien recibidos. Pero no por eso Jesucristo dejó de sembrar, de ser un sembrador de esperanza. de consuelo y compasión. No por eso dejó de abrir un surco en el corazón de muchos, para sembrar allí la semilla de la verdad, del conocimiento, del bien y del mal”.
El obispo les expresó que están llamados a inspirar el alma y cultivar en el corazón de sus alumnos la semilla del bien, aquel bien que hoy día muchos y en múltiples lugares ya se han olvidado. “Por eso quiero destacar su valor e invitarlos a seguir siendo los sembradores de la esperanza. A seguir ustedes en este mundo turbulento donde los valores, las virtudes y la fe muchas veces se abandona. Es ahí donde ustedes aparecen con esa alegría y ese gozo de saber quiénes son, hombres y mujeres que Dios ha puesto en una labor tan delicada que es educar. Hombres y mujeres que van forjando el corazón y la vida para quienes serán aquellos que sostendrán la sociedad en poco tiempo más.
Más adelante monseñor Carrasco pidió que Dios a todos nos regale esa sabiduría para poder enfrentar la vocación allí donde nosotros la podamos realizar, en donde estemos, porque si estamos abrasados por la sabiduría divina, podremos dar las respuestas que el mundo no las puede dar, podremos encontrar las palabras adecuadas y precisas cuando no sabemos qué decir, apuntó.
Luego de la celebración y como agradecimiento a quienes se han desempeñado por años en la tarea de educar el obispo les obsequió con gratitud textos que puedan seguir inspirando la tarea y misión de los docentes.