Con gran entusiasmo, cientos de jóvenes participaron de la peregrinación al Santuario de Ayquina, instancia en la que el obispo Tomás Carrasco Cortés celebró una liturgia especial en el sector del Puente del Diablo. Allí, el pastor diocesano expresó su alegría al encontrarse con “jóvenes creyentes que van en busca de una perla preciosa que es nuestra Madre María, caminando y rezando con ese propósito que es encontrarse con la Virgen que a su vez nos lleva al Señor”.
Durante la celebración, el obispo motivó a los peregrinos a vivir intensamente la fe y no perder la juventud espiritual que los anima a amar a Dios, a la Virgen, a la familia y a la vida misma. Los invitó a reflexionar profundamente sobre el sentido de la caminata: “¿Qué quieres entregarle a Dios? ¿Qué le vas a entregar a la Virgen María cuando llegues al Templo de Ayquina? Piensa y medita qué le vas a pedir para ti o para tu familia”.
Puente Cristo
Un momento significativo se vivió cuando, al preguntar dónde se encontraban, los jóvenes respondieron: “En el Puente del Diablo”. Ante ello, el obispo señaló: “Ahora este sector, para todos los que somos creyentes, lo llamaremos Puente Cristo, porque ponemos nuestra confianza en Él para desde aquí seguir peregrinando a su encuentro” y volvió a preguntarles ¿dónde nos encontramos? Y todos respondieron en el Puente Cristo.
La caminata de más de 30 kilómetros en pleno desierto no estuvo exenta de dificultades, especialmente por una fuerte tormenta de viento y arena que, no obstante, pudieron sortear gracias a su convicción y la atención de un organizado equipo de Pastoral Juvenil que con enfermeros y otros elementos logísticos fueron atendiendo a quienes lo necesitaban.
Tras completar la peregrinación los jóvenes pertenecientes a grupos juveniles de colegios y comunidad llegaron hasta el santuario para saludar a la Virgen Guadalupe de Ayquina, reponerse con un almuerzo, descansar y retornar a la ciudad.