En un ambiente de fe y gratitud, la comunidad de la Diócesis de San Juan Bautista de Calama se reunió para celebrar el primer aniversario de la ordenación diaconal permanente de seis hermanos loínos. La eucaristía, realizada en la solemnidad de San José, fue presidida por el obispo Tomás Carrasco, quien destacó la importancia del servicio de los diáconos en la vida eclesial y su compromiso con la misión evangelizadora.
Durante su homilía, el pastor diocesano reflexionó sobre la figura de San José como modelo de obediencia y entrega, instando a los diáconos a seguir su ejemplo de fe y servicio. «Hoy en la fiesta de San José, esposo de la Virgen María, nos reunimos para celebrar un momento muy especial, el primer aniversario de seis hermanos diáconos permanentes. (Luis Omar Barraza Naranjo, Cristian Emilio Diaz Rivera, Juan Carlos González Torres, Edgardo Fabian Pinilla Cortez, Alberto Javier Sánchez Ordenes Y Francisco Ramón Torres Rojas) Además, oramos por uno de ellos, que hace un mes Dios lo ha llamado de esta vida terrena. Me refiero a don Juan Abraham Velásquez Rubio», expresó monseñor Carrasco.
Asimismo, el obispo destacó la labor del diácono Claudio Olivares, quien también cumplió su primer año de ordenación, subrayando que este hito representa un gran enriquecimiento para la diócesis. En su mensaje, enfatizó cuatro puntos claves inspirados en la vida de San José: la obediencia a la voluntad de Dios, la fe en la misión a pesar de las incertidumbres, la entrega generosa y el sacrificio silencioso, y la responsabilidad de proteger y guiar espiritualmente a la comunidad.
«El camino del servicio a la iglesia implica retos y momentos de incertidumbre. Sin embargo, al igual que San José, ustedes están llamados a confiar en el plan de Dios, a creer que, aunque no siempre veamos el fruto de nuestra labor de inmediato, Dios está actuando a través de cada uno de ustedes», afirmó el prelado.
El obispo también alentó a las familias de los diáconos a acompañarlos en su vocación, subrayando que su apoyo es fundamental en la misión que Dios les ha encomendado. «Queridas familias de cada uno de los hermanos diáconos, apoyen a sus esposos y caminen junto a ellos, ayúdeles a hacer fácil esta misión que Dios les ha dado», exhortó.
La celebración concluyó con una oración pidiendo por la perseverancia y entrega de los diáconos en su servicio a la iglesia. En un ambiente de alegría y fraternidad, la comunidad diocesana expresó su gratitud por el compromiso de estos servidores, renovando su esperanza en la misión evangelizadora de la iglesia en la región.