
Con una masiva presencia de feligreses, este sábado se desarrolló el Retiro Espiritual anual de Adviento, una instancia de oración y reflexión comunitaria que marca el inicio del tiempo litúrgico previo a la Navidad. La jornada comenzó en el templo parroquial de Nuestra Señora de Lourdes, donde los participantes se reunieron para rezar el Santo Rosario, dando paso a un ambiente de recogimiento y preparación espiritual.
Posteriormente, los asistentes se trasladaron hasta la Casa de Ejercicios Nuestra Señora de La Merced, lugar que acogió el desarrollo principal del retiro. La actividad fue guiada por el matrimonio compuesto por Alberto Sánchez y Solange Pérez, coordinadores diocesanos de catequesis, quienes animaron la reflexión centrada en la Sagrada Familia como fuente de esperanza, invitando a los presentes a vivir el Adviento como un tiempo de renovación interior.
Durante la mañana, los asistentes fueron saludados por el obispo Tomás Cortés, quien los motivó a vivir este tiempo con un corazón abierto y disponible. En su mensaje, llamó a prepararse auténticamente para la celebración del nacimiento de Jesús y a acercarse con confianza al Sacramento de la Reconciliación.
“Acude con confianza, no temas, porque muchas veces el enemigo de Dios te dice: ‘¿Y cómo vas a confesar ese pecado?’… Dios te dice: Yo soy un Dios de misericordia, ven que te quiero perdonar. Ven que te quiero liberar de las ataduras que tengas”, expresó el obispo, animando a los presentes a dejar atrás los temores y abrirse a la gracia del perdón.
Asimismo, recordó que el Adviento es tiempo de esperanza y preparación profunda: “Que tengamos un muy buen retiro, que Dios nos dé la gracia, que el Espíritu Santo nos ilumine y que la Virgen María, que prepara los ambientes como cuando visitó a Isabel, prepare nuestro corazón para acoger lo que viene del Espíritu de Dios”.
El Retiro anual de Adviento también se desarrolló en San Pedro de Atacama y en el Santuario de Ayquina, permitiendo que las comunidades de Atacama La Grande y del Alto Loa se unieran en una misma reflexión espiritual. De este modo, fieles de distintos rincones de la diócesis pudieron compartir una jornada de esperanza, profundización y preparación para el tiempo litúrgico que ya se avecina.