La parroquia Nuestra Señora de la Merced de Calama celebró con profundo fervor su fiesta patronal en honor a la Virgen de la Merced, con una Misa que congregó a fieles, agentes pastorales y familias del sector. La liturgia fue presidida por monseñor Tomás Carrasco Cortés, obispo de la diócesis San Juan Bautista, y concelebrada por el párroco Javier González Donoso y el padre Teodosio Mamani, junto a los diáconos Rodelindo Araya y Humberto Ramírez.
Uno de los momentos más significativos de la celebración fue la entronización de la imagen restaurada de Nuestra Señora de la Merced, trabajo realizado por el restaurador Claudio López Martínez, quien dedicó meses a devolverle su esplendor original. La comunidad recibió con emoción la presencia renovada de la imagen que ha acompañado su caminar de fe.
En el marco de la festividad que coincide con la celebración de 45 años de elevación canónica de la Parroquia, la comunidad quiso manifestar su gratitud al obispo Carrasco por el acompañamiento y cercanía demostrada desde su llegada a la diócesis. Como signo de afecto y reconocimiento, le obsequiaron una mitra, estola y casulla, que simbolizan su ministerio episcopal y el compromiso de guiar al pueblo de Dios.
En su homilía, monseñor Carrasco invitó a los presentes a contemplar el misterio de la Encarnación en la figura de la Virgen María, destacando su papel como mediadora entre lo humano y lo divino. “Nos detenemos esta tarde para contemplar el amor de Dios derramado a la humanidad (…) Y lo ha derramado en la figura de una mujer que muestra para nosotros lo humano, como madre, como mujer, pero a la vez une lo divino al Dios hecho hombre en su ser”, expresó el obispo.
El pastor también relacionó la restauración de la imagen con la vida cristiana: “Así también tu imagen, que eres imagen de Dios y yo también, cuando la humanidad va empañando con muchas ataduras (…) se pierde la imagen y es aquí donde aparece la Virgen María para restaurarla y que vuelva a aparecer la imagen de Dios”.
La homilía se transformó en un llamado a vivir con esperanza y compromiso, inspirados en la Virgen de la Merced, quien —según destacó el obispo— “se adelanta para liberar, para desatar lo que oprime, para mostrar un camino y servir a otros”.
Al cierre el párroco del lugar, padre Javier González agradeció el trabajo de la comunidad que permitió cumplir con el anhelo de restaurar la imagen de la Virgen y especialmente al obispo Tomás Carrasco por su preocupación, acompañamiento y animación que permanentemente ha entregado al sector de Nuestra Señora de la Merced.