Congregados en el principal templo de la ciudad los fieles de la capital de la provincia El Loa celebraron la misa de noche buena que presidió el obispo Tomás Carrasco Cortés, ocasión en que con alegría se rememoró el misterio del nacimiento de Jesús.
El pastor instó a los feligreses a reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad en la que compartimos la trascendencia y alegría de este acontecimiento para la humanidad en la que el Hijo de Dios se hizo hombre para nuestra salvación.
Monseñor Carrasco recordó las palabras del evangelio, señalando que, si el Hijo de Dios se hizo Hijo del hombre, es para que la humanidad se eleve y se conviertan en hijos de Dios, un acto divino y misterio de la maravilla que representa este acontecimiento para los creyentes.
El obispo de Calama también enfatizó sobre la figura de la Virgen María resaltando el papel crucial de la madre de Jesús como la unión de las naturalezas humana y divina. “María es el puente que permite a los seres humanos comprender la grandeza del amor de Dios y la posibilidad de unirse a lo divino”.
El obispo compartió la experiencia de la pesebrera y de vivir entre caballos, aludiendo a la sencillez de la Navidad en la que Dios viene al mundo en una pesebrera y haciendo hincapié en la humildad de este acto, expresando que la verdadera salvación no proviene de lo grande en el mundo, sino de lo pequeño y sencillo.
Sobre este acto de amor de Dios, apuntó sobre la importancia de abrir las puertas de nuestros corazones para recibir al Mesías, comparando la pequeñez del pesebre con la necesidad de mantenernos humildes para acercarnos a Dios. “la salvación del mundo viene desde lo pequeño, y que al volverse grandes, las personas se alejan de la humildad del pesebre”.
En un llamado a la acción, el obispo instó a los fieles a proclamar la alegría y la esperanza que trae consigo el Salvador, haciendo hincapié en que, al igual que los pastores que anunciaron la llegada de Cristo, los creyentes deben compartir la buena nueva en todo el mundo.
Bendiciones al Niño Dios
Un momento muy especial y tradicional de esta zona se vivió durante la celebración de la Misa en la que el obispo bendijo las imágenes de los niños Dios que cada familia lleva para esta ocasión y que luego disponen en los pesebres y nacimientos que con gran amor y dedicación arman en sus casas.