Un trabajo misionero y de evangelización en los sectores vulnerables de la ciudad es el compromiso de la Congregación “Obra de María” que se reunió con el obispo de la Diócesis, Tomás Carrasco con el objetivo de arreglar detalles de su instalación definitiva en la ciudad.
El obispo al referirse a la confirmación de la llegada de esta comunidad, manifestó que lo resume en tres palabras. “Primero, obra de Dios, porque, como se ha dado, estoy muy feliz que es el señor que está preocupado de sus hijos y por eso es obra de él. Lo segundo, también utiliza medios y creo que los instrumentos que ha ido utilizando, también a través de los frailes del camino, que por medio de ellos se nos han abierto las puertas para esta misión. Y lo tercero, que es el sueño que, desde que llegué y conocí “las tomas”, (barrios transitorios en el sector poniente de Calama) me imaginé instalar una parroquia allí. Y hoy día, este sueño, creo que es el querer de Dios, porque nos va mostrando cada vez más cercanía a que se transforme en una realidad”.
En su primera vista a la ciudad la misionera Kerlane Olivera se refirió a esta posibilidad de continuar con la misión de su Comunidad Obra de María, que entre su carisma destaca el evangelizar de todas las formas con alegría en todos los ambientes.
“Para nosotros, que somos misioneros, queremos oír siempre la voz de Dios en todas las fronteras del mundo para evangelizar. Entonces, al experimentar el amor de Dios, al probar su amor, nosotros queremos enviar y también contar a todo el mundo que Dios los ama, que Jesús los ama y que el amor supera todas las cosas”.
Mons. Tomás Carrasco explicó que la presencia de la comunidad, obra de María en la zona estará compuesta por un sacerdote y tres consagradas que se instalarán definitivamente en esta tierra desde marzo del próximo año. “Es una obra inexplicable desde la mirada humana, pero incuestionable desde la mirada de Dios, porque es Él quien nos va sorprendiendo”, finalizó.